ENTREVISTA A DAVID PLANELL

GUIÓN

¿Recuerdas el momento en el que dijiste “Voy a ser guionista”?

Sí, tenía 20 años y mucha prisa por ganarme la vida, pero me di cuenta de lo difícil que era  levantar proyectos como director, así que pensé que para alguien que adoraba el cine y leer libros, ser guionista era una opción razonable hasta que llegara el momento de tiarme a la piscina de la dirección.

Se habla mucho sobre cuales son las claves para contar una buena historia, pero

¿Qué es lo que nunca vamos a encontrar en una buena narración?

Nada. Una buena narración puede tener cualquier cosa. Para bien o para mal, hasta lo que más rabia te dé puede convertirse en una buena historia.

¿Cuales son las principales diferencias entre escribir un guión de cine y uno de TV?

La ficción de la tele aspira a que millones de personas la vean. Eso lo condiciona todo.

¿El trabajo de dirección de actores empieza en el guión o éste debe ser más abierto?

Es una mezcla entre lo que el guión apunta y los actores proponen. Pero el guión hay que decirlo, y una vez ensayado se va a rodaje con él fijado. El rodaje es demasiado caro para ser el sitio donde probar.

Como guionista, ¿Cual fue tú mayor miedo a la hora de dar el paso a la dirección?

Que el guión asfixiara la película, tal y como luego “Cahiers du cinema” afirmó en una critica que sucedía en LA VERGÜENZA.