La samba en la calle from felipe vara de rey on Vimeo.
SDR @ Ireland from Pablo Gam on Vimeo.
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Atención con la nueva ordenanza en la ciudad de Granada. Quieren un control absoluto de la población. Lo quieren todo reglamentado. Nos quieren sin interaciones, solo relaciones (comerciales). Si esto no es una dictadura disfrazada de bipartidismo, leer más abajo. No dejes que nos deshumanicen. Si no queréis vivir esto sobre el Planeta, poneos las pilas ¡ya! Busca tu nodo local en la comunidad StopsecretS.
Hace dos semanas se aprobó la Ordenanza para la convivencia ciudadana, que podéis encontrar aquí: http://www..dipgra.es/paginasbop/20091021002.pdf. Es larga, pero leerla será una lectura terrorífica. Terrorífica porque encontraréis más de 150 artículos decididos a burocratizar las convivencia entre personas, a controlar toda relación y actividad social en la ciudad de Granada y evitar que no haya actividad que se realice fuera de lo establecido por el Ayuntamiento. Lo peor no es que asume que los granadinos no somos capaces de relacionarnos correctamente si no nos dicen cómo. Ni que obtusas mentes crean que una normativa que prohíbe y castiga puede ser educativa. Tampoco es lo peor saber que ya se compara con leyes como la de vagos y maleantes de la II República y el franquismo. Podría ser lo peor que la policía local tenga la potestad de decir qué relaciones entran dentro de una «correcta convivencia», pero no, lo peor es su contenido:
– Prohibido «cualquier trabajo o relación entre personas monetaria en la vía pública». Es decir, no está permitido ningún trabajo, venta o transacción… Si tu gata ha dado a luz, ten cuidado con ofrecer los cachorros en la calle, puede que te salga caro.
– Prohíben dormir en la calle, cualquier petición de limosna y, en definitiva, toda actividad que se asocie a «pobreza y mendicidad», por supuesto, con multas asociadas. Nadie se plantea que quizás (solo quizás) si duermen en la calle, si tienen que pedir limosna, no es con gusto y disfrute. Y si lo es, creo que no hay duda de que una multa y requisación de lo ganado hasta el momento no solucionará nada.
– Se regula desde ahora dónde cómo y de que forma pueden los niños «correr y jugar a la pelota», prohibiéndose en otros casos. Los niños molestan y no son rentables. No dan dinero, así que mejor quitarlos de nuestra vista (o al menos de la de los turistas, que son los que realmente importan).
– Prohibido «sacudir mantas, regar macetas o colgar ropa en los balcones y ventanas». Sí.
– Prohibida «toda muestra de actividad sexual (da igual si no hay dinero de por medio)», dejando la valoración de qué es «actividad sexual» al Policía Local. Tengan cuidado con qué hacen con sus parejas porque pueden enfrentarse a multas importantes.
– Prohibido «comer y beber en la calle». Da igual si es un bocadillo, un shawarma, un botellín de agua, o un refresco. Os podéis llevar una multa si la policía os ve.
– Prohibido el «trabajo del sexo si este es visible». La prostitución sólo será considerada falta muy grave si ésta se ejerce en el centro de la ciudad o cerca de centros educativos. Si están alejadas y no molestan, si no se ven, entonces sólo serán faltas leves…. Los trabajadores del sexo no nos importan, tan solo nos preocupa que la gente vea que existe en nuestra ciudad.
– Prohibido «repartir panfletos o documentos de cualquier tipo en la calle», «así como pegar carteles». Para culminar. No podemos quedarnos impasibles ante una normativa que reduce las libertades ciudadanas aún más, que lleva a un nuevo nivel el proceso de infantilización social y excluye aún más a los ya excluidos. No queremos que esa sea nuestro mundo.
Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
Extraido dehttp://www.rebelion.org/noticia.php?id=97404
Es bien sabido que a través del arte se pueden decir cosas, y que a menudo en lo que nos puede parecer trivial encontramos implícito algo más profundo. Matrix (Warner Bros 1999), creada por los hermanos Larry y Andy Wachowsky, habla de un futuro en que las máquinas dominan el mundo, de informática, programas, tecnología. Pero la idea de fondo de la película es el despertar de la consciencia, un gran mensaje positivo.
Encontramos relación también con la interesantísima alegoría de la caverna que Platón describió en el séptimo libro de La República.
La película nos cuenta sobre un futuro dónde los humanos están dominados por máquinas creadas por ellos mismos. Llegó un día en que la inteligencia artificial sobrepasó a la humana y entonces fueron subyugados hasta acabar siendo cultivados para poder extraer y utilizar la energía que genera su cuerpo.
A nivel físico los humanos permanecen en plantaciones, dentro de cápsulas con líquido y conectados a cables, como si fueran fetos. Nunca han nacido y nunca han sido concebidos, sólo creados genéticamente. A nivel emocional y mental viven en Matrix, un programa informático de realidad virtual que les es insertado y en el que su vida transcurre con normalidad. De ese modo viven en un mundo ficticio durante muchos años, sin dar problemas, generando electricidad y energía que las máquinas les van extrayendo para ser consumida.
Pero algunos humanos empiezan a hacerse conscientes dentro de Matrix. Es el caso de Neo (el protagonista), que aún vive dentro del programa. Incluso ha oído hablar de su existencia. Humanos que ya han despertado y viven en el mundo real le plantean la posibilidad de abandonar Matrix, para ello debe decidir entre tomarse una pastilla azul y dejar que todo siga como está, o una pastilla roja y despertar. Elige despertar.
A partir de ahí la realidad es muy dura: un mundo oscuro, de soledad. Pero también la posibilidad de luchar por algo mejor y poder comprender la realidad tal y como es, y deshacerse del control que ejercen las máquinas sobre los hombres. No contaremos el desarrollo de la historia y el final por si hay lectores que todavía no la han visto.
La genialidad de la película es la analogía entre nuestra propia manera de vivir y Matrix. De algún modo, todos vivimos en Matrix. No nos planteamos nada, vivimos para trabajar, no podemos estar con nuestros hijos todas las horas que haría falta, pagamos hipotecas y alquileres desorbitados: somos la pila que sustenta el sistema. Sistema comandado por personas sin alma, sin emociones y sin sentimientos (como máquinas), con el materialismo y el poder por bandera. Y les estamos manteniendo ahí arriba porqué Matrix es muy poderosa y no deja espacio para encontrarnos.
Nos han implantado un sistema de vida en que el miedo está por doquier, los medios de comunicación ni criban ni disciernen y además manipulan, nos inculcan modos de pensar, líneas fronterizas, ideología política, credo, motivos de confrontación. Somos esclavos del sistema, no somos libres. Caemos en él sin remisión, haciéndolo más fuerte, más rico e incluso más necesario. Es un monstruo que contra más come más hambre tiene.
A todos se nos ha planteado, se nos plantea o se nos planteará la posibilidad de tomar la pastilla roja. Podemos decidir salir de Matrix para convertirnos en una anomalía del sistema y conseguir que el ordenador se cuelgue, romper las líneas de programación, empezar una nueva vida en la realidad. Hacer eso no es fácil ni divertido, pero es lo que se nos pide. Ya se nos han dado muchas oportunidades que quizá estén llegando a su fin, y no recibiremos más de las que debamos recibir.
La época que nos ha tocado vivir es fantástica por única. Vivimos un cambio de era, un momento de evolución, de superación, de cambio. Aquellos que decidamos despertar nuestra consciencia podremos trabajar por un mundo tal y como debe ser, aquello por lo que fue creado. Podremos recordar la verdadera naturaleza de la humanidad, el sentido de la vida, el funcionamiento de todas las cosas. Dentro de Matrix solo vemos el día a día, un terrible día a día que nos lleva a sobrevivir en lugar de vivir para que otros nos dominen con el poder que les otorgamos, y así impedir que el hombre llegue donde tiene que llegar. Una vez que hayamos reconocido la realidad y naturaleza de Matrix, dejará de afectarnos y podremos controlar sus efectos en nosotros.
La película está llena de matices y os recomendamos encarecidamente que la veáis de nuevo pero desde esta óptica, para que juzguéis por vosotros mismos.
Artículo extraído de: http://www.elblogalternativo.com/2009/01/10/matrix-o-el-despertar-de-la-consciencia/