La Huelga de Guionistas de Hollywood y el caso español
¿Qué opinas de la polémica suscitada por la huelga de guionistas de hollywood?
Han tenido en jaque durante tres meses a una industria poderosísima, y su coraje merece toda mi admiración. Sus reivindicaciones son justas y equitativas y han demostrado que si los guionistas cierran el grifo, el resto de la cadena se paraliza. La huelga, en cualquier caso, es el último recurso, y ellos son los primeros que han dejado de ingresar su salario. Para mí, lo más llamativo ha sido el eco que ha tenido en nuestros medios. Cualquier reivindicación por nuestra parte es recibida con fatiga y difícilmente aparece en un periódico.
¿En que punto son comparables el caso español y el americano?
Allí la afiliación sindical es obligatoria, por eso el sindicato de guionistas es el único interlocutor posible. En España sigue siendo una profesión dispersa y en la que cunde más el escepticismo que las ganas de batalla. Y eso que nuestras condiciones de trabajo y remuneración son muchísimo peores que las de los colegas americanos: ya nos gustaría a nosotros disfrutar de las condiciones que ellos han rechazado y les han puesto en pie de guerra. Ahora, por ejemplo, han conseguido un porcentaje mayor de las ventas en DVD: nosotros no cobramos absolutamente nada porque la ley no lo contempla y nadie ha querido escucharnos cuando hemos pedido que la ley se cambie.
¿Cuáles son las reivindicaciones de los guionistas españoles?
Prácticamente todo está por hacer, no creo que exista otra profesión en este país tan absolutamente desprotegida. Muchísimos guionistas trabajan sin contrato; no existe un contrato tipo ni un convenio, de manera que cada trabajo se negocia personalmente con quien te contrata en una posición de debilidad absoluta; en muchos casos se mueve un guión sin que el autor haya cobrado ni siquiera un adelanto; hoy los salarios son más bajos que hace años y, antes y ahora, no siempre se cobran en su totalidad; no se reconocen los derechos por la venta de DVD y el mundo de internet se nos está escapando. Vistas así las cosas, la única ventaja que tenemos es que cada paso adelante será un gran triunfo.