Efecto 200…7 años después

Pues si señores, el efecto 2000 llega a sambadarua con siete años de retraso, y es que nuestros servidores no fueron capaces de aguantar la fiesta de nochevieja en locolandia y se acabarón con una buena resaca que ha durado unos cuantos días, a más de uno le sonara esta historia.
Tras sufrir sendos apagones durante la fiesta, consecuencia del nulo conocimiento por parte de los asistentes de la funcionalidad que cubren ciertas regletas que nunca deberían quedarse sin corriente, ni siquiera el SAI, colocado para tal efecto, fue capaz de soportar la situación. El contenido del disco quedo parcialmente corrupto y el sistema paso 12 horas vomitando sin parar, lo cual nos llamo la atención pero nuestro cuerpo todavía no estaba capacitado para actuar y a la situación se unio la resaca del personal, una vez puesta en tierra la cabeza todo parece que vuelve a la normalidad.

Servidor de sambadarua

Feliz 2007 a todas, que os venga y vaya lo mejor 😉

Todavía nos queda mucha sambafunk…

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Juijuijuas. Los visitantes habituales del blog se lo han tragado, sí, pero no os podéis imaginar la que se ha montado en la lista de correo sambera. «¿Quién ha tomado esta decisión?», «¿Qué tipo de asamblearismo es éste?», «¡Yo no estuve en esa reunión!», «¿A quién hay que cortarle los meñiques?», «¿Significa es que ya no habrá más viajes fiestones? Nooooo, Dios, nooooo!». Reacciones de todo tipo. Pero no, aquí queda cuerda para rato. O eso parece de momento.

Buena salida de 2006 y mejor entrada en 2007 para todo el mundo, familia. Otro año más, y mientras nadie lo remedie, en sambadarua seguiremos hacia delante. Tozudos como los burros. Que vengan a pararnos.

[La imagen nos la han prestado amablemente los compas de microsiervos].

Fue bonito mientras duró: sambadarua se despide de la calle

No hay palabras para expresar lo que sentimos en este momento. Pero las cosas pasan cuando tienen que pasar, y no tiene sentido prolongar algo que navega a la deriva, sin rumbo ni mapa ni coordenadas. Son muchas las causas, pero ahora no importan. Lo hemos debatido largo y tendido y al final nos parece lo más apropiado.

Lo que sí es vital es agradeceros más de cinco años de apoyo, de complicidad, de energía transmitida, de baile y protesta. Nos hemos sentido felices compartiendo las calles con vosotras y vosotros, y más allá de dónde nos lleve el futuro a cada una y a cada uno, seguro que el día menos pensado, en una mani cualquiera, nos reconocemos entre el gentío y nos regalamos una sonrisa. Una sonrisa para recordar estos años de ilusión compartida que se han quedado grabados para siempre.

Hasta aquí sambadarua, gente. Seguid hacia delante con tanta ilusión como hasta ahora. Nos vemos en otra batalla.